jueves, 12 de enero de 2017

Navidades 2016

Unas Navidades pasadas en familia — ¡y qué familia!, más bien un familión, pues en  Nochebuena nos juntamos los 25 — .Y yo, con mis 88 años, aún estoy que no me creo lo bien que ha resultado todo, pues tengo unos hijos que valen lo que pesan. Entre los hijos, sus mujeres y los nietos, todos a una, han ayudado a que todo pasara con alegría y buen humor. Además, este año el último biznieto, Tristán, de cuatro meses, que es una preciosidad, junto con sus  primos Aimar y Marcos nos alegraron la casa. Ha habido que añadir mesas llegando hasta el cuarto de estar, pero ha merecido la pena. La pena fue el tiempo que tuvimos, unas nieblas y unas temperaturas muy bajas, que a la tercera edad nos tuvo sin pisar la calle varios días. Yo ya poco puedo hacer, pero aun así aún ayudé sentadica en la cocina a preparar alguna cosica. Procuré tener muchas cosas compradas de antemano y la casa lo mejor preparada que pude, con la interina que cada día me tiene que ayudar más Todos a una prepararon mesas, camas…  y ayudaban en la cocina al gran Chef que es Eduardo, que no para de guisar y siempre nos sorprende con alguna cosa nueva. Este año Luis Txiki también nos deleitó con unas “galetes” (creo que se decía así), clásicas de Bretaña, que es donde viven. Vinieron  con unos productos para mí desconocidos, zanahorias amarillas y rojas, rábanos gigantes, nabos inmensos, patatas… en fin, de todo de aquellas tierras. Las  croquetas de Eduardo, riquísimas, La sopa de almendra o sopa cana con la almendra que trae María de Italia, buenísima. La macedonia la hacía otros años Eduardo, pero en vista del aumento familiar este año la hicieron los de La Plana, Atxu y familia, y fue un éxito, pues además que tuvimos para tres días, el picado ganó al de Eduardo que había hecho historia. A veces esto parece un cuartel de las cantidades que se come la juventud... y alguna no tan joven (ME HAN CAÍDO 2 KG,  ASÍ QUE AHORA CUANDO ACABE TODAS LAS SOBRAS, PROMETO CUIDARME, que a lo mejor me llega agosto.
De la Noche Vieja no sé ni qué contar, de tanto como podría decir. Las migas buenísimas, los biznietos hicieron sus gracias bailando y los mayores cantando con el acompañamiento de las guitarras. Las uvas las comimos según la tradición, con las campanadas de la Puerta del Sol, llenando el comedor con todos dándonos los abrazos comenzando el año 2017. Estas Navidades no hemos tenido de malo más que la niebla. Después comenzó el desfile, unos para el norte, otros a la Ribera, otros a Pamplona, gracias a Dios todos hicieron bien el viaje de retorno, teniendo los de Francia que partir el viaje con estancia de una noche en casa de amigos, pues hasta donde viven hay una kilometrada.
Ahora vuelta a la normalidad, el tiempo va mejorando y hoy al fin lloviendo, los de Sainte-Sigolène con nieve, Tristán en la guardería e Itziar con un trabajo nuevo en un colegio no muy lejos de su casa en Tudela, media jornada durante todo el curso, está contenta. Por Pamplona, Fefa con catarro, Ainhoa con esguince y los demás sin novedad. En los Hualdes hoy esperando noticias de Isabel que anoche voló rumbo a Nueva York. Y por fin acabo sin politiquear, pues he tenido vacaciones y al retornar el asunto veo que se ha avanzado poco, así que Agur y VIVA LA REPUBLICA.
Creo que se merecen también un recuerdo los cardos y demás productos que nos traía Atxu del huerto que cultiva en colaboración con Kinke, todo un éxito, además del rico aceite de oliva de sus propios olivos. Ahora seguiremos con la calabaza.
También merece la pena comentar la preciosa foto familiar que nos ha hecho Atxu, y que hoy me trae ampliada para colocar en el cuarto de estar, todo un artista de la fotografía. Gracias a todos.