viernes, 26 de febrero de 2016

EL DEDICO DE LA ABUELA

Nunca hubiera pensado que mi dedico se hiciera tan famoso dentro del ámbito familiar, por supuesto. Con mis  87 años manejo casi perfectamente el 
ordenador. Todos los días me leo la prensa, los distintos blogs de mis nietos, mi  correo electrónico, que me pone al día en mi relación con mis amigas, adictas como yo a los adelantos electrónicos, que hace de nuestra vejez una época muy agradable, desde luego contando con la salud que es lo principal. Mi  dedico lo primero que acciona, cuando abro el ojo, es la radio que tengo en la cabecera de la cama, mi dedico empieza el día. Luego acciono el mando para subir la persiana , que la puse eléctrica para no tener que tirar de la cuerda, pues es bastante pesada. Mi dedico enciende el teléfono móvil y leo los distintos “watsApps” de hijos y nietos que después de darme los buenos días, normalmente me dan el parte meteorológico del  sitio donde viven o están en ese momento. Hoy nieve y frío en Pamplona; comiendo en mangas de camisa con sol y 21 grados el que visita Málaga; frío y cierzo para el que vive en Tudela; el que vive en el mismo sitio que yo me saluda con una preciosa foto de la amanecida que se ve en un instante que ha asomado “Lorenzo”. Y sigo con mis nietos. La  primera desde los Vosgos en Francia, frío y nieve pero contemplando los Alpes cubiertos de nieve,  o desde Ginebra donde frecuentemente trabaja de traductora. El segundo en un largo viaje por Laos, desde donde su hija me alegra la vida con su blog enviándome preciosas fotos de todo lo interesante que están visitando. El tercero, de visita con su señora en Canadá conociendo lo que se respira a 40º bajo cero. Normalmente viven en  Bari (Italia), así que esperemos que María no regrese convertida en un témpano. La cuarta, por Bilbao, tiene a mis dos biznietos de 2 y 5 años que son la alegría que llena mi casa con sus dos perras diminutas blancas y graciosas. En Tudela, tengo a dos preciosas nietas con la carrera de Magisterio infantil  y esperando oposiciones, y mientras tanto una de ellas en Irlanda para perfeccionar el inglés. En Pamplona, tengo a otra preciosidad de nieta periodista y trabajando. Para el verano en los Vosgos se espera  a la cigüeña, así que estoy  loca de contenta. Es como vivir en el mundo, pues procuro visitar online todos los lugares  adonde van. El mundo es precioso sabiendo elegir los compañeros de viaje.
Y por fin dos chicazos que son a los que tengo más cerca y a los que acudo cuando necesito algo. El mayor ha terminado ya la carrera de Ingeniería industrial y el segundo está en ello.
Mi dedico sigue su trayectoria, enciende la cafetera, la tostadora, la lavadora, después la jarra para calentar el agua y tomar una tisana. Pero es curioso dónde se ha hecho famoso mi dedico, con mi teléfono móvil. Pues cuando lo enciendo, no sé qué demonios hago que siempre me sale quien según yo no he llamado. Entonces uno de mis hijos dice no os preocupéis, es el dedico de la abuela.